miércoles, 6 de agosto de 2008

...me hubiera gustado formar parte del equipo europeo de la Ryder Cup


Hasta hace no mucho, fuí un fanático del deporte: no es incompatible con la inteligencia, lo puedo certificar. De todos ellos, el que más me ha gustado (y me gusta) es el golf. Practicarlo, verlo, perfeccionarlo, compartirlo..., posee la peculiaridad de que precisamente por ser el más exigente, es el menos "competitivo" de todos. Yo me entiendo. Y de todos los torneos de golf (donde, como sabemos, se mueven premios en cantidades desorbitadas), ninguno comparable a la Ryder Cup, ese duelo entre americanos y europeos que resume toda una filosofía y un sentido de la vida. Por lo absurdo, por lo simple, por lo ambicioso, por lo "vivo": veinte tios tras una pelotita durante cuatro días, literalmente apostándolo todo, ¡y gratis! No hay dinero para los ganadores. Se representan a sí mismos, a lo que creen ser, a lo que quisieran ser. Este año toca.

jueves, 1 de mayo de 2008

... me hubiera gustado participar en alguna película de Emir Kusturika

Porque este tío está loco, y yo a los locos los entiendo muy bien. ¿Que hay que estar bailando todo el rato? Pues se baila. ¿Que hay que escapar a mil bombardeos y matrimonios por minuto? Pues se escapa. ¿Que hay que beberse en la escena inicial la cosecha del 89 enterita y desde la misma cuba? Pues mira, éso ya me costaría algo más, pero todo es ponerse. Las películas de este hombre arrancan siempre desde lo más absurdo y alto, y se mantienen ahí todo el tiempo: al final lo que pasa y si ganan los buenos o los malos no importa mucho, porque hasta el personaje más ruin de la historia no deja de tener su gracia y su tirón simpático. El milagro no es entender que así merece la pena vivir.

lunes, 21 de enero de 2008

...me hubiera gustado tener como vecino a Bukowski (cuando era famoso, claro)

Cuando ya era una celebridad literaria y pudo comprarse una casa medio apañada (según decía por motivos fiscales...), a su mujer no se le ocurrió otra cosa que elegir el barrio donde había pasado su infancia (ella), una zona residencial de Los Angeles tópicamente abarrotada de este tipo de pijos norteamericanos que sólo salen en las películas para adolescentes. Hank se levantaba indefectiblemente al mediodía y, en calzoncillos, salía al jardín a recoger el periódico. Por joder. El espectáculo de este hombre, con sus huevos al aire, debía ser aún más ilustrativo que muchos de sus poemas. Para que luego digan que el estilo de un escritor no se transparenta en su forma de vivir.

lunes, 31 de diciembre de 2007

... me hubiera gustado ser Gerald Moore

Nació con el siglo, como aquel que dice, y murió en 1987. Tocó para los mejores liederistas de la historia, tanto masculinos como femeninos, siempre las mejores obras de los mayores compositores clásicos, y tanto antes como después de cada recital y de cada ensayo, tuvo también la suerte de ser amigo y poder vivir al lado de la pléyade musical más interesante e inteligente que se haya conocido en su aspecto creativo. Sólo diré algunos nombres, para que se hagan una idea: D. Fischer-Dieskau, E. Schwarzkopf, V. de los Angeles, H. Hotter, B. Britten, P. Pears, P. Casals, Y. Menuhin, F. Chaliapin, E. Schumann, K. Ferrier, Janet Baker...

sábado, 22 de diciembre de 2007

... me hubiera gustado tenérmelas tiesas con Lorenzo el Magnífico

A uno le definen sus enemigos mejor que sus amigos, por lo que cualquier timbre de gloria debe lograrse siempre por oposición, y nada hay más noble y soberbio que picar alto..., hasta para repartir cera y jugarse el pellejo (digamos que incluso metafóricamente hablando), porque el éxito fácil o contra enemigo pequeño carece de mérito. Y un tipo que se hizo llamar Lorenzo el Magnífico, que dominó su época hasta unos extremos tan "culturalmente" inusitados, tiene todas las papeletas para convertirse en el archinémesis perfecto de alguien como yo, que hasta cuando me dan la razón me gusta llevar la contraria: es defecto de fábrica.

domingo, 18 de noviembre de 2007

... me hubiera gustado salvar la vida de Fritz Wunderlich

Una caída por las escaleras en un pabellón de caza de las montañas..., ¿cabe accidente más tonto y evitable? Estuvo casi un par de días entre la vida y la muerte (el golpe mortal fue en la cabeza), pero finalmente no pudo superarlo. De ello hace ya más de cuarenta años, Fritz estaba a punto de cumplir los 36, le faltaron 9 días. ¿Con los medios quirúrgicos de hoy día se hubiera salvado? ¡Quién sabe! Lo cierto es que nada me hubiera gustado más que poder coger con las manos esa voz y restituirla a su dueño, allí donde sin ninguna duda debía estar, por toda la eternidad...

jueves, 1 de noviembre de 2007

... me hubiera gustado conocer al inventor de la paella

Cosa más rica que este conjunto valenciano de verduras, marisco y arroz no han visto los siglos, ni lo verán, en ningún otro país del mundo, y el que me contradiga se arriesga a ser retado a un duelo gastronómico (a primera sangre, por supuesto). Los matices culinarios del invento no deben hacernos perder de vista el norte único y verdadero, esto es, la simple paella marinera con calamar, gambas, almejas y mejillones, sin pollo, y punteada con pocas verduras (guisantes y unas tiras de pimiento). La fritura inicial debe hacerse con medio tomate triturado..., y siempre con aceite de oliva. Las gambas, peladas. El caldo, el de las mismas gambas. Acompañamiento en la mesa con un chorro de limón opcional, un buen pan de leña y una simple y pura ensalada mixta. El vino, a gusto del consumidor. La felicidad tiene nombre, como ella.