Una caída por las escaleras en un pabellón de caza de las montañas..., ¿cabe accidente más tonto y evitable? Estuvo casi un par de días entre la vida y la muerte (el golpe mortal fue en la cabeza), pero finalmente no pudo superarlo. De ello hace ya más de cuarenta años, Fritz estaba a punto de cumplir los 36, le faltaron 9 días. ¿Con los medios quirúrgicos de hoy día se hubiera salvado? ¡Quién sabe! Lo cierto es que nada me hubiera gustado más que poder coger con las manos esa voz y restituirla a su dueño, allí donde sin ninguna duda debía estar, por toda la eternidad...
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