De todos los directores de cine, ninguno como Kurosawa. Todo el mundo coincidía en señalar que cada rodaje con él era una aventura, en todos los sentidos: por innovación, por riqueza estética, por compañerismo, por derroche de medios..., por él mismo. Cuidaba todos los aspectos literarios y melodramáticos de cada escena, cada intención y cada sugerencia. Ahí hacía falta un director de fotografía capaz de captar todo éso, y Kurosawa tuvo varios, aunque la parte del león de su filmografía se la curraron Asakazu Nakai, Kazuo Miyagawa, Takeo Ito, Fukuzo Koizumi, Takao Saitô, Yuzuru Aizawa... Y es que los genios chupan muchas energías de los demás.
1 comentario:
No te olvides de toda la influencia que tuvo de S. Eisenstein en el rodaje de los siete samurais.
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